Por Nancy Rosenstock
“El 2 de octubre vamos a enviarle a la Corte Suprema y a los legisladores de todo el país un mensaje claro y unido. No vamos a tolerar el ataque contra nuestros derechos reproductivos”.
—del Llamado Nacional a Movilizar y Defender Nuestros Derechos Reproductivos
CHICAGO, 25 de septiembre del 2021—En una coyuntura crítica y sin precedentes en la lucha por el derecho de las mujeres a elegir un aborto seguro y legal, la Marcha de las Mujeres ha convocado manifestaciones en todos los estados el 2 de octubre. Este llamado a realizar manifestaciones coordinadas a nivel nacional debe ser impulsado por todos los que defendemos los derechos de las mujeres.
ANÁLISIS DE NOTICIAS
La Marcha de las Mujeres es la organización que organizó las manifestaciones masivas que ocurrieron el día después de la toma de poder por Donald Trump en enero del 2017. La convocatoria para organizar marchas el 2 de octubre cuenta con el apoyo de más de 90 organizaciones. Estas incluyen Planned Parenthood, National Latina Institute for Reproductive Health, Mississippi in Action, Access Reproductive Care-Southeast, Working Families Party y SisterSong, por nombrar solamente a algunas.
El 1º de septiembre entró en vigor el proyecto de ley 8 del Senado de Texas, que prohíbe el aborto después de seis semanas de embarazo, cuando la mayoría de las mujeres ni siquiera saben que están preñadas. No se conceden excepciones en caso de violación o incesto. Según Planned Parenthood, el 84% de los abortos en Texas ocurren después de seis semanas. El 1 de septiembre, la Corte Suprema de Estados Unidos, en una decisión de 5-4, rechazó una solicitud de emergencia para bloquear este draconiano proyecto de ley. Además de prohibir del aborto, la ley ofrece una recompensa de $ 10,000 dólares por cada demanda exitosa contra cualquier persona que ayude a una mujer a obtener un aborto: médicos, trabajadores de centros de salud, amigos, taxistas o cualquier otro.
“Esta nueva ley abriría las compuertas a demandas frívolas diseñadas para llevar a los centros de salud a la bancarrota, acosar a los proveedores y aislar a los pacientes”, dijo Alexis McGill Johnson, presidente y CEO de Planned Parenthood Federation of America. “La crueldad es el punto, y no lo dejaremos en pie”.

Nuevas restricciones al aborto
Como si esto no fuera suficiente, el gobernador de Texas, Greg Abbott, promulgó el 17 de septiembre otra restricción al derecho de las mujeres a elegir el aborto. La nueva ley, que entrará en vigor el 2 de diciembre, hace que sea más difícil obtener medicamentos para el aborto por correo. Antes de la nueva medida, medicamentos de ese tipo podían obtenerse durante las primeras diez semanas de embarazo. Ahora el medicamento no estará disponible después de las primeras siete semanas.
Las mujeres negras y latinas, las que tienen bajos ingresos y las que se encuentran en áreas rurales, que ya enfrentan enormes obstáculos para obtener un aborto seguro y legal, sentirán especialmente los efectos de estas nuevas leyes de Texas.
El 9 de septiembre el Fiscal General de Estados Unidos presentó una demanda que busca bloquear la implementación de la prohibición del aborto en Texas. Posteriormente, el 14 de septiembre, el Departamento de Justicia de Estados Unidos trató de bloquear la ley de Texas solicitando una orden temporal de restricción o una orden judicial preliminar de un juez federal para evitar que entrara en vigor.
El 14 de septiembre, los fiscales generales de 24 estados presentaron un escrito legal de amicus curiae apoyando la posición del Departamento de Justicia. “Estoy presentando un escrito de amicus para defender el acceso al aborto para los tejanos y las personas de todo el país”, dijo la fiscal general de Massachusetts, Maura Healey, en una conferencia de prensa. “24 Fiscales Generales no van a permanecer de brazos cruzados mientras los políticos extremistas pisoteen la Constitución y los derechos humanos básicos… Esta ley se burla de nuestra Constitución”.
En otra amenaza peligrosa para el derecho al aborto, la Corte Suprema escuchará los argumentos orales el 1º de diciembre con respecto a una ley de Mississippi del 2018, Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, que impone una prohibición del aborto después de 15 semanas. Este caso está diseñado como desafío directo al histórico caso Roe vs. Wade que despenalizó el aborto.
Las prohibiciones de Texas y Mississippi ocurren inmediatamente después de otras restricciones al derecho de las mujeres a acceder a cuidados de salud relacionados al aborto. Según el Instituto Guttmacher, ¡se promulgaron 97 restricciones al aborto sólo en 2021!
Con viento en sus velas, gobernadores y legisladores estatales en otros estados han amenazado con impulsar proyectos de ley contra el aborto igualmente restrictivos. “Ordené que se presente un proyecto de ley en Arkansas que actualice nuestra ley para reflejar el proyecto de ley SB8 de Texas”, declaró el senador estatal de Arkansas Jason Rapert, según un artículo en Newsweek el 3 de septiembre.
El aborto en efecto está prohibido en Texas
La cruel ley de Texas ya ha tenido un efecto dramático para las mujeres en ese estado, donde el aborto ahora está efectivamente prohibido. Los proveedores que no cumplen con la ley enfrentan consecuencias peligrosas. En un artículo del 3 de septiembre titulado “Las clínicas del aborto ya están viendo una ola de pacientes huyendo de Texas”, Vice News cita a Rebecca Tong, codirectora ejecutiva de Trust Women, una clínica del aborto en Oklahoma City. “Si quisiéramos saber cómo serían las cosas si Roe fuera revocado, esto nos da un adelanto”, dijo Tong. “Y sería más horrendo todavía”. Tong explicó que los teléfonos en la clínica de Oklahoma City han estado sonando desde que el proyecto de ley de Texas entró en vigor. Lo mismo es cierto en otros estados colindantes de Texas.
En un artículo de opinión publicado el 18 de septiembre en el Washington Post titulado “Por qué violé la prohibición extrema del aborto en Texas”, el Dr. Alan Braid reveló que después del 1º de septiembre le había hecho un aborto a una mujer cuyo embarazo rebasaba el nuevo límite estatal de seis semanas. “Actué porque tenía el deber de cuidar a esta paciente, como lo hago con todos los pacientes”, escribió Braid, “y porque ella tiene el derecho fundamental de recibir esta atención. Entiendo completamente que podría haber consecuencias legales, pero quería asegurarme de que Texas no se salga con la suya en su intento de evitar que esta ley descaradamente inconstitucional sea retada”. El Dr. Braid ha estado realizando abortos por más de 40 años.
El 20 de septiembre dos personas demandaron al Dr. Braid por violar la ley de Texas. En su demanda Felipe Gómez de Illinois se identificó como un “demandante proelección”. Oscar Stilley, un ex abogado condenado por fraude fiscal en el 2010 y que está en confinamiento domiciliario en Arkansas, es el otro demandante. “Bueno, esa es la ley y quiero los 10 mil dólares y tengo la intención de ser la pistola más rápida del Oeste”, dijo, según el Austin American-Statesman. ¡Esto de veras revela el vigilantismo que caracteriza a esta ley de Texas!
Un informe presentado por NBC en Dallas-Fort Worth el 15 de septiembre, apenas 15 días después de que la prohibición de Texas entrara en vigor, reveló que las ramificaciones se han sentido bruscamente. Una mujer de Texas se vio obligada a viajar casi 1,000 millas a Colorado para un aborto. En Houston, Melaney Linton, presidenta de Planned Parenthood Gulf Coast, informó que en las clínicas de la organización en Houston solo 63 mujeres estuvieron programadas para un aborto en los 10 días desde que la prohibición entró en vigor, mucho menos que las 25 que normalmente se ven en un solo día. Once de estas pacientes fueron rechazadas al descubrir que tenían más de seis semanas de embarazo.
Ley de protección de la salud de la mujer
Muchos políticos del Partido Demócrata están apoyando la Ley de Protección de la Salud de la Mujer del 2021 (WHPA). El proyecto de ley aprobado en la Cámara de Representantes de Estados Unidos el 24 de septiembre “protegería” el derecho al aborto. Sus partidarios afirman que “codificaría a Roe v. Wade”.
“A raíz del ataque sin precedentes de Texas, nunca ha sido más importante codificar este derecho constitucional y fortalecer el acceso a la atención médica para todas las mujeres, independientemente de dónde vivan”, expresa un comunicado emitido por la administración Biden el 20 de septiembre. “La Administración espera trabajar con el Congreso a medida que la Ley de Protección de la Salud de la Mujer avance a través del proceso legislativo para garantizar que este proyecto de ley codifique y sea consistente con las protecciones establecidas por Roe y los precedentes posteriores de la Corte Suprema”.
Uno de los puntos fuertes de la decisión de la Corte Suprema Roe v. Wade de 1973 es que defiende el derecho a la privacidad cuando es cuestión de elegir un aborto, una decisión que le toca solamente a la mujer y su médico. Según el fallo, el aborto sólo puede ser prohibido por leyes estatales después de las primeras 24 semanas de embarazo.
El proyecto de ley WHPA pretende “codificar Roe” y proteger el aborto “antes de que el feto sea viable”. Pero ¿quién define si el feto es “viable”? Irnos por ese camino pone los intereses y la salud de la mujer en segundo lugar y aparta el enfoque del derecho de la mujer a elegir. Este no es un asunto que el estado deba regular. También expone a los partidarios del derecho al aborto a ataques innecesarios de parte de las fuerzas antiaborto. Los que lucharon por el aborto legal antes de la decisión de la Corte Suprema de 1973 se dieron cuenta que participar en esta discusión era una distracción. Y sigue siendo el caso: los derechos de la mujer deben ser el punto de partida y el punto final. Sin el derecho a controlar nuestros propios cuerpos, la igualdad de las mujeres es imposible.
Es poco probable que el Senado apruebe la WHPA, que en todo caso estaría sujeta a impugnación en la Corte Suprema si se convierte en ley. El enfocarse en este proyecto de ley ofrece un marcado contraste con la defensa de lo que ya tenemos: el derecho a elegir el aborto legal basado en la decisión de Roe vs. Wade de 1973.
540 mítines a nivel nacional
Ahora es el momento de movilizar la opinión mayoritaria para defender nuestros derechos. Ya el 21 de septiembre la Marcha de las Mujeres anunció la cifra de 540 manifestaciones en todo el país. En Chicago, donde se planea una manifestación en el centro de Daley Plaza, ya se han inscrito 20 organizaciones diferentes, incluyendo Chicago Abortion Fund, Chicago National Organization for Women (NOW), Chicago for Abortion Rights, Indivisible Illinois Social Justice Alliance, Clinic Vest Project y She Votes Illinois.
Una conferencia de prensa combinada iniciada por Chicago por el Derecho al Aborto tuvo lugar el 27 de septiembre. Los oradores incluyeron a Gina Rozman-Wendle, presidenta de Chicago NOW; Jennifer Welch, presidenta y directora ejecutiva de Planned Parenthood de Illinois; Jaquie Algee, presidenta de Women’s March Chicago y vicepresidenta/directora de relaciones exteriores de Service Employees International Union-Health Care IL & IN; y Deborah Cosey-Lane, secretaria tesorera de Amalgamated Transit Union (ATU) Local 308, presidenta de ATU Illinois Legislative Joint Conference y miembro de la junta de Women’s March Chicago.
En un acontecimiento notable para el derecho de elegir el aborto, el 20 de septiembre más de 500 atletas y asociaciones deportivas firmaron un escrito de amigo de la corte en el caso de Mississippi ante la Corte Suprema. “Como mujeres atletas y personas en los deportes, debemos tener el poder de tomar decisiones importantes sobre nuestros propios cuerpos y ejercer control sobre nuestras vidas reproductivas”, dijo una declaración de Megan Rapinoe, campeona de fútbol de la Copa Mundial y medallista de oro en las olimpiadas.
Si bien las demandas legales, las órdenes judiciales y otras vías legales son importantes, lo que más necesitamos para estar seguras de poder ganar nuestros derechos y derrotar la campaña de la derecha impulsada por el gobierno son las movilizaciones persistentes y masivas en las calles. Si le damos una ojeada cuidadosa a la historia de la lucha social y los avances, desde el movimiento por los derechos civiles de las décadas de 1950 y 60 hasta el movimiento contra la guerra de Vietnam de la década de 1960 y principios de los 70, lo que nos enseña es esto: la opinión de la mayoría tiene que organizarse y movilizarse, marchando y manifestándonos con un apoyo amplio durante todo el tiempo que sea necesario.

La gran mayoría se opone a anular Roe
Esas batallas no comenzaron con el apoyo de la mayoría. Eso se ganó a través de una lucha sostenida y decidida a lo largo del tiempo. Nuestro punto de partida en la lucha por los derechos de la mujer hoy es mucho más fuerte. “Menos de un tercio de los estadounidenses quieren ver que la decisión en el caso Roe vs. Wade sea revocada, según una serie de tres encuestas publicadas durante la semana pasada”, informó CNN el 22 de septiembre, “con elementos claves de la nueva ley que restringe el aborto en Texas ganando relativamente poco apoyo en las encuestas”.
El aborto es un procedimiento médico simple y seguro que no debe estar sujeto a ninguna regulación más estricta que las de otros procedimientos similares. No debería de haber leyes que restrinjan el control de la mujer sobre su propio sistema reproductivo.
También hemos aprendido de la historia que ningún logro social está asegurado permanentemente. Debemos seguir defendiendo el derecho de todas las mujeres a elegir el aborto sin restricciones. ¿Y quién mejor que nosotras para hacerlo? No va a ser un político demócrata o republicano, ni un juez de la Corte Suprema. No, aprendimos que si las mujeres no luchamos por nuestros derechos, nadie va a hacerlo. También está claro que atar nuestra lucha por los derechos de la mujer a una estrategia electoral, la estrategia que han seguido la mayoría de las organizaciones nacionales de mujeres durante las últimas décadas, no nos ha garantizado el derecho al aborto y no es suficiente para repeler el asalto derechista contra nuestros derechos. También sabemos que sin la capacidad de controlar nuestros propios cuerpos nunca seremos libres.
Las mujeres hemos logrado enormes avances en las últimas décadas: hoy en día hay más y más oportunidades disponibles para las mujeres que nunca. Los ataques al derecho al aborto tienen como objetivo revertir esta tendencia; para controlarnos, hacernos retroceder, tratar de convencernos de que nuestro papel principal en la sociedad es la reproducción y ser madres. Su objetivo es dar por hecho que sólo nosotras debemos asumir la carga del cuidado de los niños, que está “bien” y es “natural” que nos paguen menos que a los hombres por el mismo trabajo. La defensa del derecho a controlar nuestros propios cuerpos, a determinar si vamos a tener hijos y cuándo, pronuncia el “NO” más enfático a esta campaña ideológica.
Quedan poco más de dos meses antes de la fecha en que le toque a la Corte Suprema bregar directamente con la impugnación directa a Roe v. Wade en el caso de Mississippi. Aprovechemos este tiempo para dejar bien clara la magnitud del apoyo público que existe para el derecho de cada mujer a elegir el aborto. Y estemos preparadas para continuar la lucha en las calles durante todo el tiempo que sea necesario.
¡No hay marcha atrás! Cuando los derechos de las mujeres están bajo ataque, ¿qué hacemos? ¡Luchamos! ¡Con todas nuestras fuerzas el 2 de octubre!
Categories: Derechos de la Mujer