Un Jurado en Brunswick, Georgia, dictó una medida de justicia el 24 de noviembre sobre el brutal asesinato de Ahmaud Arbery, un hombre negro de 25 años. Los 3 acusados, Gregory McMichael, un policía jubilado de 65 años; su hijo Travis McMichael, de 35 años, quien trabajó previamente para los guardacostas de Estados Unidos; y un vecino de ellos, William Bryan, un mecánico de 52 años, fueron declarados culpables de asesinato y de otros cargos. Todos ellos enfrentan la posibilidad de prisión de por vida.
EDITORIAL
A Arbery lo mataron el 23 de febrero de 2020 en Satilla Shores, en el condado Glynn, en Georgia, por donde iba corriendo como solía hacerlo. Los McMichaels declararon que pensaban que él había cometido un robo, aunque no tenían pruebas para basar su acusación espuria. Bryan le dijo al juez que él no tenía tal “conocimiento”, ni tal creencia. El ver a sus vecinos perseguir a un hombre negro era aparentemente todo lo que necesitó para unirse. Usando dos vehículos, los 3 acorralaron a Arbery para que no pudiera escapar.
Cuando Arbery trató de defenderse, Travis McMichael lo asesinó con la escopeta que había traído durante la persecución.
En un típico esfuerzo por convertir al delincuente en la víctima y viceversa, los abogados de los acusados—todos de piel blanca—afirmaron que le dispararon en defensa propia. El jurado no lo creyó.
Cedric King, un comerciante del área que es afronorteamericano, le dijo al diario New York Times: “Cualquier persona que no tenga sangre fría corriendo por sus venas que fue testigo del video y que sabía el contexto sobre lo que pasó, sabía que no estaba bien” lo que hicieron.

En la historia de Estados Unidos, la posibilidad que un afronorteamericano reciba justicia en los tribunales, particularmente en áreas de piel blanca como el condado Glynn en Georgia, ha sido muy poco probable. La familia de Ahmaud Arbery, y otros que apoyan su lucha por la justicia y la imputabilidad en este caso, tenían razón de temer los resultados cuando se inició el juicio. Los abogados de la defensa tuvieron éxito excluyendo casi todos los jurados negros. A pesar de que los afronorteamericanos representan más del 25% de la población del condado, solamente una persona negra fue seleccionada para el jurado de 12 personas.
Hasta el juez sabía que no estaba bien. El juez Timothy Walmsley admitió que “había discriminación intencional en el panel de jurados”. Dijo que él no pudo reintegrar a ninguno de los jurados recusados debido a que la defensa “pudo explicarle al juez porque esos individuos fueron eliminados del panel por razones aparte de la raza”.
Muchos observadores sabían que se trataba de un caso en que había una “buena” razón y la “verdadera razón”. La “buena” razón es neutral en relación con la raza de la persona. La verdadera razón es que la defensa quería excluir a todo afronorteamericano que podía haber entendido más claramente los motivos de los acusados cuando los acusados persiguieron a Arbery y lo mataron: lo hicieron porque era negro, lo cual significaba delincuente en sus mentes, y porque no temían ninguna consecuencia legal seria resultara de su “vigilantismo”.
En las semanas después del asesinato, los acusados tenían razones para creer que el resultado iba a beneficiarlos a ellos. Las autoridades locales no presentaron cargos inmediatamente. La policía local dijo que la oficina del procurador de Brunswick les aconsejó el día del asesinato que no arrestaran a nadie. Las autoridades se tomaron más de dos meses para presentar cargo alguno o para realizar algún arresto. Lo hicieron el 7 de mayo, dos días después de que un video horrendo fuera publicado. Dos oficinas locales de la procuraduría se encargaron del caso originalmente. Ambas terminaron retirándose, explicando que tenían un conflicto de intereses. Uno de los procuradores originales, Jackie Johnson, ha sido imputada con cargos relacionados a la manera en que procesó el caso. El caso fue transferido a una tercera oficina de la procuraduría antes de ser trasladado al procurador del condado Cobb, localizado en el área metropolitana de Atlanta.
Por lo menos uno de los abogados defensores, Kevin Gough, quizás pensando que el excluir del jurado a afronorteamericanos no sería suficiente para garantizar que su cliente no iba a rendir cuentas por su crimen, alegó “no queremos que vengan más pastores negros aquí”. Estaba protestando la presencia del reverendo Al Sharpton y del reverendo Jesse Jackson, más tarde, y de otros que asistieron al juicio para demostrar su solidaridad con la lucha por justicia de familia Arbery. Cientos de pastores negros se movilizaron en las afueras de la sala en respuesta a esta provocación racial.
Hubo tiempos en que ese tipo de tácticas hubieran tenido más éxito. “No fue hace mucho tiempo en Georgia que tres hombres blancos podían matar a un hombre negro y no enfrentaban una buena posibilidad de tener que rendir cuentas con un jurado en que todos los miembros eran blancos” dijo Charlie Bailey al diario New York Times. Bailey trabajó en la oficina del procurador del condado Fulton en Georgia.
Ni puede concluir uno en base a este veredicto que los tribunales en Georgia, o en cualquier otra parte en los Estados Unidos, son confiables en lo que respecta a impartir justicia. Un veredicto justo, tan bienvenido como fuera, no asegura tal afirmación. Como declarara la madre de Arbery, Wanda Cooper-Jones después del veredicto, “Nunca pensé que llegaría este día”. Como dijo su padre Marcus Arbery, “conquistamos a esa turba linchadora”.
Sin embargo, los “justicieros” futuros van a tener que pensarlo detenidamente antes de que intenten tales linchamientos nuevamente. El resultado de este caso es un paso adelante más en la larga lucha por igualdad genuina para los afronorteamericanos y por la extensión de los derechos democráticos de todos.
Es difícil determinar, y hasta qué punto, las protestas masivas en contra de la brutalidad policial pudieran haber tenido un impacto sobre el resultado de este juicio. No hay pruebas directas. Pero como afirmó la madre de Ahmaud, podemos estas agradecidos de todos aquellos que se tomaron las calles. Ellos mejoraron las posibilidades de obtener justicia.
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