Representante de Cuba en la ONU desmiente falsedades
Después del voto del 3 de noviembre del 2022 en la ONU, que de manera aplastante aprobó la resolución presentada por Cuba para poner fin al bloqueo de Estados Unidos [vea también el discurso en la ONU de Bruno Rodríguez, ministro cubano de relaciones exteriores], el representante estadounidense John Kelley tomó la palabra para defender la política de su gobierno.
Alegando que Washington siente un compromiso por defender el bienestar del pueblo cubano, Kelley intentó justificar la política de Estados Unidos aludiendo a violaciones de los derechos humanos por parte del gobierno cubano, señalando la supuesta ayuda de Estados Unidos al pueblo cubano y afirmando que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) estaba lista para enviar “$2 millones en fondos para ayuda de emergencia a los necesitados en Cuba”.
Dirigiéndose a la Asamblea General durante sus 10 minutos de refutación, Yuri Gala López, representante permanente alterno de Cuba ante las Naciones Unidas, rechazó las acusaciones de Kelley.
Publicamos a continuación la refutación de Gala. Los subtítulos y las notas al pie son de Panorama-Mundial.
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Por Yuri Gala López
Señor Presidente,
Este tema de la agenda no debería desvirtuarse con acusaciones falaces por parte de la delegación de los Estados Unidos, cuando de manera abrumadora, esta asamblea ha enviado un mensaje inequívoco sobre la urgencia de poner fin al bloqueo contra Cuba.

En su intervención el representante del gobierno estadounidense planteó que se sienten preocupados por el pueblo cubano. ¿Cómo puede justificar su gobierno el haber utilizado la pandemia de la Covid-19 para reforzar su inhumano bloqueo contra Cuba e impedirnos el acceso a tratamientos, la compra de materias primas para producir nuestras propias vacunas, ventiladores pulmonares y hasta la adquisición de oxígeno medicinal?
Los Estados Unidos dicen abogar por las libertades individuales en Cuba y no han revertido las restricciones que perjudican directamente a los emprendedores cubanos en áreas como el desarrollo de softwares, hostelería y servicios. Si al gobierno de Estados Unidos realmente le interesara el bienestar, los derechos humanos y la libre determinación de los cubanos, podría levantar el bloqueo y colaboraría con nuestra cooperación internacional.
Campaña de mentiras sucias
Señor Presidente,
Cuba ha sido, y es, objeto de una campaña sucia dirigida por el gobierno de los Estados Unidos y por políticos de ese país. La mentira ha sido uno de sus componentes fundamentales.
Es falso decir que se detuvo, juzgó o reprimió a las personas que se manifestaron pacíficamente el 11 de julio de 2021.[1] A quienes cometieron delitos como parte de estos disturbios se les procesó con todas las garantías legales de forma limpia y transparente. No se ha procesado a nadie por expresar su opinión.
Es inadmisible que pretendan señalarnos por hacer valer nuestro orden constitucional cuando precisamente en este país han sido detenidas más de 800 personas por los hechos del 6 de enero de 2021 en la Casa Blanca.
¿Acaso los Estados Unidos son el único país del mundo con el derecho a defender su constitucionalidad como cualquier otro país haría? No vamos a permitir que se quebrante la legalidad o se intente subvertir al servicio de una agenda externa de cambio de régimen el orden constitucional y el sistema político que los cubanos hemos escogido libremente. Continuaremos fortaleciendo nuestro marco jurídico institucional para la promoción y protección de los derechos humanos, incluyendo el derecho de asociación al tiempo que se continuará velando por la aplicación estricta y el respeto a nuestras leyes.
Para justificar desesperadamente su hostilidad hacia Cuba, los Estados Unidos tergiversan la cuestión de las detenciones, enfocándose en los menores de edad. Las autoridades cubanas han brindado suficiente información que corrobora el respeto al debido proceso en nuestro país, dejando claro que en Cuba no se aplica, bajo ninguna circunstancia, responsabilidad penal a menores de 16 años de edad. Las únicas detenciones arbitrarias y confinamiento penitenciario por largos periodos que se producen en territorio cubano son las que ejecuta el gobierno de Estados Unidos en la base naval de Guantánamo.[2]
Señor Presidente,
No puede hablar de elecciones y democracia el representante de un país en cuyas campañas electorales no hay límites éticos, se promueve el odio, la división, el egoísmo, la calumnia, el racismo, la xenofobia y la mentira; en el que el dinero y los intereses corporativos son los que definen quién será electo o no.
Cuba no necesita lecciones sobre democracia y derechos humanos
Cuba no necesita lecciones sobre democracia y derechos humanos, menos provenientes de los Estados Unidos. No aceptaremos cuestionamientos de esta índole, más aún cuando se esgrimen para justificar el sistema de medidas coercitivas unilaterales más prolongado y abarcador aplicado jamás contra estado alguno.
El gobierno de los Estados Unidos debería preocuparse por su población bajo el nivel de la pobreza, la política represiva contra los migrantes, la represión de las minorías y de los derechos reproductivos, la falta de igualdad de género, el racismo y la discriminación contra los afrodescendientes, la brutalidad policial, las más de mil muertes al año por disparos por la policía, las cárceles secretas, las ejecuciones extrajudiciales, y el uso de la tortura.
Permítaseme mencionar solo dos ejemplos de lo anterior de manera muy concreta señor Presidente: Estados Unidos es el único país que no es parte de la convención de los derechos del niño;[3] el único donde se condena a niños menores de 18 años de edad a cadena perpetua sin libertad condicional. Sólo en 2021 se produjeron entre 600 mil y 700 mil detenciones de menores en este país según el Fondo de Defensa para los Niños [Children’s Defense Fund].
La discriminación institucional y la brutalidad policial descontrolada contra los afrodescendientes, los hispanos, los migrantes, los refugiados y las minorías han alcanzado niveles alarmantes en Estados Unidos. Los afrodescendientes solo representan el 13 porciento de la población de los Estados Unidos, pero representan el 36 porciento de la población carcelaria total. En 2021, un total de 266 afroamericanos fueron asesinados por la policía en los Estados Unidos.
Si los Estados Unidos realmente desean interesarse por el bienestar del pueblo cubano, deben levantar — de una vez y sin condiciones — el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba.
Interferencia de Estados Unidos en los asuntos internos de Cuba
En lugar de promover la cooperación y las relaciones cordiales hacia Cuba, los Estados Unidos buscan la confrontación y abiertamente patrocinan un cambio de diseño político en el país. El gobierno del Presidente Biden solicitó al congreso en su presupuesto de 2022 la cifra de 20 millones de dólares para los denominados programas dirigidos a promover la democracia en Cuba, y casi 13 millones para las transmisiones ilegales de las mal llamadas Radio y TV Martí. Se trata de una conducta contraria a la alta sensibilidad que muestra ese país ante cualquier intento o sospecha de injerencia en sus asuntos domésticos y mediante la cual se pretende fabricar una oposición política en Cuba y fracturar el orden constitucional.
Señor Presidente,
Miente la delegación norteamericana cuando cita cifras elevadísimas de exportaciones y ayuda humanitaria al país. Usa cínicamente los montos multimillonarios de fondos que la agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional [USAID] destina a la subversión en Cuba, así como los paquetes que con duro esfuerzo son enviados a sus familias por los emigrados cubanos o las modestas donaciones que, venciendo numerosos obstáculos hacen llegar las organizaciones gubernamentales. Existen pruebas irrefutables de que el bloqueo obstaculizó las principales vías oficiales para el envío de ayuda al país, incluso desde terceros países, en pleno contexto de enfrentamiento a la Covid-19, en condiciones de pandemia.
Después de pasar el huracán, el gobierno de Estados Unidos tendría el deber moral… [interrupción a la grabación].[4]
Señor Presidente,
Concluyo mi intervención en ejercicio del derecho de réplica reiterando un planteamiento expresado hace solo unos días por el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y cito: “Hemos enfrentado con firmeza y creatividad la aplicación del criminal bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, recrudecido de manera oportunista durante los momentos que enfrentamos la pandemia. El pueblo Cubano no cedió tampoco ante las campañas mediáticas y subversivas. Ningún obstáculo será suficiente para mellar nuestra determinación de resistir, luchar, y vencer”.
Muchas gracias.
NOTAS
[1] El 11 y el 12 de julio del 2021 se dieron manifestaciones en varias ciudades cubanas en protesta por la escasez de alimentos y otras necesidades. En ese momento Cuba enfrentaba serios desafíos económicos — entre ellos apagones y la escasez de alimentos, combustible y medicinas — generados por un repunte de la pandemia de Covid-19 y las asfixiantes sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos. Si desea obtener más información sobre esas protestas y la respuesta que dio a ellas el gobierno cubano, consulte “El presidente cubano hace un llamado a la solidaridad, el respeto y la responsabilidad social“.
[2] El gobierno de Estados Unidos ocupa 115 kilómetros cuadrados de territorio cubano en la costa de la Bahía de Guantánamo en el sureste de Cuba, donde opera una base militar desde 1903. Washington afirma que ha arrendado el territorio para su base naval a perpetuidad. Desde el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, el gobierno cubano ha emitido protestas por la presencia estadounidense en suelo cubano, explicando que la base le fue impuesta a Cuba por la fuerza y es ilegal según el derecho internacional. En el 2002 Washington estableció una prisión militar en la base naval, donde tiene prisioneros capturados en las guerras en Afganistán, Irak y otros lugares. La instalación es tristemente conocida por la tortura de prisioneros por parte del ejército estadounidense y por la denegación de sus derechos bajo la Convención de Ginebra.
[3] La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño fue adoptada por la Asamblea General de la ONU en noviembre de 1989 y ha sido firmada por 196 países — todos los miembros de las Naciones Unidas excepto Estados Unidos.
[4] Habiendo alcanzado el límite de tiempo otorgado bajo las reglas de la Asamblea General de la ONU, Gala López tuvo que abreviar y concluir sus comentarios.
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