Lucha contra la brutalidad policial

Mi experiencia con la policía de Memphis: ¡Justicia para Tyre Nichols!



Por James Mac Warren

Me gustaría compartir un encuentro personal que tuve con el departamento de policía de la ciudad de Memphis que tuvo un impacto profundo en lo que decidí hacer con mi vida cuando era joven. Nunca he compartido esta historia públicamente. Creo que fue para evitar dar la impresión de que dediqué mi vida a luchar por cambiar el mundo porque la policía me trató tan brutalmente.

A diferencia de la mayoría de los casos que salen a la luz hoy en día, mi caso contra el departamento de policía de Memphis tiene ya más de cincuenta años. El horrible asesinato del hermano Tyre Nichols ha abierto una caja de Pandora que el MPD [Departamento de Policía de Memphis por su sigla en inglés] está tratando de cerrar desesperadamente.[1]

Nunca he contado esta historia públicamente y hoy quiero rectificar esa omisión porque, si un crimen no se cuenta y no está documentado, entonces no sucedió. Mis amigos, familiares, compañeros de clase y maestros son testigos de las secuelas del crimen que el MPD cometió contra mí hace unos 55 años. Yo tenía 16 años cuando sucedió.

Tres de nosotros — yo y dos de mis mejores amigos — regresábamos a casa del Colonial Country Club en un autobús urbano después del trabajo. Estábamos cantando una canción de James Brown sobre el orgullo de ser negro: “Say It Loud – I’m Black and I’m Proud” [Dilo a todas voces: soy negro y estoy orgulloso de serlo]. Eran alrededor de las 10 p.m. con muy poca gente en el autobús. Al conductor del autobús no le gustó nuestra canción, así que llamó a la policía.

Se aparecen dos oficiales uniformados y anuncian que seríamos arrestados. Mis amigos se sometieron y los sacaron del autobús. Exigí saber por qué nos estaban arrestando. Pensé que lo que hacía era ofrecer resistencia pasiva a un arresto ilegal. Los oficiales colocaron a mis amigos en la patrulla de la policía y luego regresaron, me arrastraron fuera del autobús y me golpearon. Otro pasajero, un adulto joven, les increpó algo sobre la golpiza, y a él también lo arrestaron.

Me amenazaron durante todo el viaje a la estación de policía con la promesa de enseñarme una lección sobre lo que es un oficial de la policía. Todos éramos menores de edad y deberíamos haber sido llevados a un centro juvenil. Resulta que la “lección” que querían enseñarme no se podía enseñar en el centro juvenil.

Nos llevaron a una habitación y nos sentaron en el suelo con la cara hacia la pared. Había gente entrando y saliendo de la habitación, incluso un oficial de la policía que era negro. Entró y vio a estos niños menores de edad sentados en el suelo, dio media vuelta sin decir una palabra y salió. Momentos después los dos oficiales se abalanzaron contra mí al mismo tiempo y volvieron a golpearme sin piedad. No dejaban de gritar comentarios racistas contra los negros y los judíos.

Después de mi paliza nos llevaron a un centro juvenil. Mientras nos inscribían seguían hablando de los negros y los judíos. El joven blanco que nos registró no dijo una palabra mientras los oficiales vomitaban su odio. Pero tan pronto como salieron por la puerta, se volvió hacia nosotros y dijo: “Quiero tomar su declaración. Vamos a hacer que paguen por lo que hicieron y lo que dijeron”.

Tomó nuestras declaraciones y también escribió la suya. Se puso en contacto con la NAACP [la Asociación Nacional para el Avance del Pueblo de Color] y propuso que se hicieran cargo de nuestro caso. Unas semanas más tarde se puso en contacto conmigo. Me dijo que la policía había ido al centro de menores y había eliminado todas las pruebas de nuestro arresto. Nunca fuimos acusados de un crimen, y hasta donde yo sé, el caso desapareció — como si nunca hubiera sucedido.

Los policías no lograron lo que querían

Esos policías me dijeron que iban a aplastar en mí el deseo de rebelarme. Lo que lograron, en cambio, solo fue avivarlo. Lo que atizó en mí el compromiso con el activismo político fue el rechazar la idea de que era cosa “normal” que una familia tuviera que enfrentar la pobreza extrema que dominó mi vida desde una edad temprana. Decidí buscar soluciones sociales, no individuales. Esa fue siempre mi motivación.

Con cada golpe que me propinaban los policías, más convencido quedaba de que la política era el camino que yo debía seguir. En lugar de generar miedo y sumisión, todo lo que obtuvieron de mí fue desafío y odio. Sin rogarles que se detuvieran, sin lágrimas, sin miedo. Busqué lo mejor que pude mostrarles mi desprecio, de la única forma en que podía hacerlo. Proyecté hacia ellos cada pedacito del odio que sentía.

Nos tenían sentados en el suelo frente a la pared. Después de que me golpearon por segunda vez, cada vez que nos miraban me daba la vuelta y los miraba directamente a los ojos. Tanto les molestaba mi mirada que corrieron hacia mí de nuevo y amenazaron con golpearme otra vez. Como era joven y estúpido no me importaba.

Mi sobrina Sharon me convenció de compartir esta experiencia ahora. Honestamente, nunca he querido volver a pensar en ese incidente. Creo no equivocarme en pensar que a nadie le agrada recordar el momento más impotente de sus vidas. Pero, de hecho, me da gusto haberlo hecho.

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Manifestantes exigen justicia para Tyre Nichols el 27 de enero en Memphis, Tennessee. Nichols, un trabajador de FedEx de 29 años, murió después de ser brutalmente golpeado por la policía de Memphis el 7 de enero.  (Foto: Gerald Herbert / AP)

Por supuesto, el hermano Tyre Nichols perdió la vida, así que no puede haber comparación alguna entre nuestros casos. Sólo presento mi experiencia como una forma de ayudar con la lucha por la justicia para Tyre por parte de su familia y otros simpatizantes. Si mi caso es una indicación, debe haber cientos, si no miles, de casos como el mío. Sobrevivimos, pero nadie pagó por sus crímenes contra nosotros. Debemos luchar para obligar a los policías a enfrentar las consecuencias de sus acciones contra Tyre Nichols y todas sus víctimas.


Durante ya muchas décadas James Mac Warren ha sido líder de la lucha de liberación negra y un militante del movimiento obrero. Creciendo en Memphis, Tennessee, en las décadas de 1950 y 60, se involucró desde una temprana edad en la lucha masiva por dar fin a la segregación tipo “Jim Crow” que existía en el sur de Estados Unidos. Cuando era adolescente él ayudó a liderar las huelgas escolares en apoyo a los trabajadores de saneamiento durante la huelga en Memphis, que exigía el reconocimiento sindical y el fin del trato racista por parte de las autoridades de la ciudad. También participó en 1968 en las protestas masivas en Memphis después del asesinato de Martin Luther King, Jr.

Al mudarse a Grand Rapids, Michigan, después de graduarse de la escuela secundaria, trabajó para el periódico radical The Root y se unió al movimiento para poner fin a la guerra de Estados Unidos contra Vietnam.

En 1975 viajó a Boston como emisario de la Coalición Nacional de Estudiantes contra el Racismo para ayudar a liderar el movimiento que buscaba hacer cumplir la decisión legal de dar fin a la segregación en las escuelas públicas de Boston. Durante la década de 1970 participó en las convenciones de la Asamblea Política Negra. Fue miembro fundador y líder del Partido Político Nacional Negro Independiente [NBIPP] en la década de 1980. A principios de la década de 1990, participó en protestas antirracistas en Los Ángeles exigiendo justicia por la brutal golpiza que la policía le dio a Rodney King.

Ha trabajado en plantas automotrices y fábricas de acero, y participó activamente en el sindicato automotriz United Auto Workers y el sindicato de la industria del acero United Steelworkers.

Warren ha viajado mucho. En 1980 visitó la isla de Granada, entonces bajo el liderazgo de Maurice Bishop y el Movimiento Nueva Joya, para aprender más sobre el proceso revolucionario en esa nación caribeña. También visitó Nicaragua en 1984 y en 1986, durante la revolución popular en ese país.

Desde 1971 hasta 1995 Warren participó en estas actividades como miembro del Partido Socialista de los Trabajadores (SWP). Fue líder nacional del partido durante muchos años. También fue candidato del SWP a la presidencia de Estados Unidos en 1988 y en 1992. Después de separarse del SWP en 1995 Warren continuó participando en actos de protesta, y entre sus prioridades principales volvió a enfocar su atención en el estudio de la historia del pueblo afroamericano, y también se ha dedicado a escribir sobre las lecciones que imparte esa historia.


NOTAS

[1] Tyre Nichols, un hombre negro de 29 años, fue brutalmente golpeado por la policía de Memphis el 7 de enero. Los policías afirman que lo detuvieron por “conducción imprudente”. Murió tres días después. Cinco policías fueron acusados de asesinato en segundo grado y otros cargos. Se han declarado “no culpables”.


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