Palestina/Israel

‘Mientras haya un solo palestino vivo, reclamaremos nuestro derecho a Palestina’


1991 Entrevista con la líder palestina Hanan Ashrawi



La siguiente entrevista con Hanan Ashrawi fue concedida a Argiris Malapanis por teléfono el 9 de abril de 1991. En ese momento Ashrawi estaba en Ramala, Cisjordania, y Malapanis en Jerusalén Este.

Aunque se publicó por primera vez hace 30 años,[1] muchos de los temas que aborda Ashrawi en esta entrevista siguen siendo centrales en la lucha por la autodeterminación nacional de Palestina que ahora ha estallado de nuevo. Es un recordatorio oportuno del contexto político en el que ocurren los más recientes acontecimientos.[2]

La entrevista tuvo lugar inmediatamente después de la primera invasión de Irak encabezada por Estados Unidos.

Ashrawi formó parte de una delegación de líderes palestinos que se reunió en Jerusalén en marzo, abril y octubre de ese año con el secretario de Estado de Estados Unidos, James Baker, quien representaba a la administración del entonces presidente de Estados Unidos, George H.W. Bush.

La delegación, encabezada por Faisal Husseini y sancionada por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), entregó una carta a Baker en la que afirmaba que la OLP “es nuestro único liderazgo e interlocutor legítimo, que encarna la identidad nacional y expresa la voluntad del pueblo palestino en todas partes”.

En ese momento Hanan Ashrawi era profesora de literatura inglesa en la Universidad de Birzeit en Ramallah y decana de la Facultad de Humanidades de la universidad. Birzeit, como todas las demás universidades de Cisjordania y Gaza, había sido clausurada por las fuerzas de ocupación israelíes desde el comienzo de la primera intifada, o levantamiento palestino, en diciembre de 1987.

Posteriormente, Ashrawi fue elegida miembro del Consejo Legislativo de Palestina en representación de Jerusalén en 1996, y fue reelecta en 2006. Hizo historia como la primera mujer en ocupar un puesto en el máximo órgano ejecutivo de Palestina, con su elección al Comité Ejecutivo de la OLP en 2009 y 2018, del cual dimitió en diciembre de 2020.[3]


ENTREVISTA


Pregunta: ¿Puede describir las condiciones económicas y sociales que enfrenta el pueblo trabajador palestino, especialmente durante la guerra encabezada por Estados Unidos contra Irak y desde el cese al fuego allí?

La líder palestina Hanan Ashrawi con sus hijas Amal y Zeina en Jerusalén el 16 de marzo de 1991. (Foto: Esaias Baitel / Gamma-Rapho)

Respuesta: De hecho el toque de queda y otras medidas adoptadas por las fuerzas de ocupación israelíes han destruido toda la infraestructura que teníamos en la agricultura y la industria.

Desde el comienzo de la guerra, miles de trabajadores palestinos que son inmigrantes en Kuwait, Irak y Arabia Saudita han perdido sus empleos. Entre 25 mil y 30 mil personas regresaron a Cisjordania y Gaza sin poder encontrar trabajo en la industria o la agricultura. Más de 70 mil trabajadores de Cisjordania que solían trabajar en Israel se han quedado sin trabajo y se les ha prohibido entrar a Israel. Los cultivos agrícolas y el ganado han sido destruidos porque los agricultores no podían ir a trabajar sus tierras. Muchos ni siquiera pudieron plantar este año.

Un sistema muy cruel e ilegal de impuestos y multas resulta en el secuestro de nuestros recursos. Todo esto equivale a una política muy sistemática de estrangulamiento económico, un intento de matar de hambre a la población palestina. Nunca vimos hambre generalizada en los territorios ocupados, pero ahora estamos empezando a verla.

La fuerza laboral está bajo restricciones extremas con el sistema de tarjetas verdes, tarjetas magnéticas y permisos de trabajo. Además, si quieres ir a cualquier parte, necesitas un permiso. No podemos entrar en Jerusalén Este, no podemos entrar en Israel. Básicamente, han cortado el contacto entre las ciudades del norte y el sur de la Ribera Occidental y entre la Ribera Occidental y Gaza.

La mayoría de la fuerza laboral no puede encontrar trabajo. El desempleo, que oficialmente era del 29 por ciento antes de la guerra, se ha disparado.

Cualquier tipo de proyecto en los territorios ocupados requiere permisos israelíes que son casi imposibles de obtener. Tampoco están llegando remesas de los trabajadores del Golfo. Para decirlo en pocas palabras, la situación económica de los trabajadores y agricultores palestinos está en un caos absoluto.

Socialmente están tratando de destruir todo lo palestino. Así que, además del estrangulamiento económico, hay un intento de erradicación cultural, de sofocar la voz y la identidad palestinas.

PREGUNTA: Baker, el Secretario de Estado de Estados Unidos, está visitando Israel por segunda vez desde el cese al fuego en Irak. Como usted formó parte de la primera delegación palestina que se reunió con Baker, ¿cuáles cree que son los objetivos de la administración estadounidense al llevar a cabo esas conversaciones? ¿Cuál es su opinión de esos encuentros?

R: Bueno, eso tomaría un par de horas. Estados Unidos quiere iniciar un proceso de paz tanto por razones internas como internacionales.

La administración estadounidense, después de haber librado una guerra [en Irak] y haber ganado una guerra, ahora quiere presentar la imagen de poder hacer la paz.

Ahora bien, no voy a entrar en todas las razones por las que creo que, a nivel nacional, el gobierno de Estados Unidos quiere empezar a hacerlo: y es el hecho de que la economía de Estados Unidos, al igual que otras economías capitalistas, enfrenta dificultades. Digamos que quieren pasar a la historia como los que solucionaron los problemas del Medio Oriente y solucionaron el conflicto palestino-israelí y el conflicto palestino-árabe, sabiendo que la cuestión palestina es realmente la fuente de inestabilidad en toda la región.

Los líderes palestinos Hanan Ashrawi (derecha) y Faisal Husseini (centro) se reúnen en Jerusalén con James Baker, el secretario de Estado de Estados Unidos, el 16 de octubre de 1991. (Foto: Esaias Baital / Gamma-Rapho vía Getty Images)

Pero aquí existe un tremendo cinismo sobre las intenciones de Estados Unidos. En primer lugar, vemos a un resurgimiento de la Pax Americana y la exclusión de las organizaciones internacionales que fueron activadas por Estados Unidos durante la crisis del Golfo, como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Lo único que pedimos es la aplicación de las resoluciones de las Naciones Unidas. No estamos pidiendo ejércitos, no estamos pidiendo bombarderos Stealth y B52 porque de todos modos no aprobamos la guerra. Tampoco aprobamos la guerra del Golfo. Estados Unidos no fue allí para liberar a Kuwait.

Pedimos imparcialidad, normas uniformes. Si pueden activar y sacar del armario a una institución internacional como la ONU para sancionar la guerra, entonces la ONU debería actuar de manera uniforme, con los mismos estándares, para aplicar las 170 resoluciones relativas a la cuestión palestina, ninguna de las cuales se ha aplicado.

El doble rasero de Estados Unidos

Así que la acusación de doble rasero persiste. Tememos que Estados Unidos intenten decidir ellos mismos controlar el proceso de paz, excluir no sólo a las Naciones Unidas, sino también la participación internacional como el caso de la Comunidad Europea, por ejemplo, y al mismo tiempo jugar el juego de Israel.

Cuando hablan de adoptar ese enfoque, podemos decir que quieren entregarle los árabes a Israel y delegar la cuestión palestina a un segundo plano y transformarla en un asunto interno israelí, que es lo que quiere hacer el gobierno de Shamir.

P: ¿Podría explicar más el punto que planteó sobre “entregarle los árabes a Israel”?

RESPUESTA: Mire, Israel quiere pagar la deuda de guerra. Israel está dispuesto a llevar a cabo lo que ellos llaman medidas para fomentar la confianza – como la apertura de algunas universidades [en Cisjordania y Gaza] y el dejar de realizar actividades ilegales – y como resultado quiere recompensas. Quiere tener conversaciones de paz con los países árabes para poner fin al estado de beligerancia, para establecer lazos económicos, para poner fin al boicot. Por lo tanto, es como si Israel quisiera pagar la deuda de guerra dejando de hacer cosas que eran ilegales en primer lugar.

Al mismo tiempo, Israel desea concertar acuerdos de paz con los países árabes, al tiempo que trata de suprimir y socavar la verdadera cuestión y la verdadera causa del conflicto, que es la cuestión palestina. Lo hacen mientras intentan denegar los derechos nacionales de los palestinos, tratan de negar la existencia nacional real de los palestinos, relegándonos a ser absorbidos por los regímenes árabes — como parte de una delegación árabe — o diciendo que los palestinos son sólo los habitantes de los territorios y que no necesitan representación oficial.

Por eso es que al rechazar nuestro derecho a la autodeterminación, rechazan a la OLP, y buscan así convertirnos en una minoría dentro de Israel.

Israel habla todo el tiempo de la paz de los labios para afuera, pero al mismo tiempo está muy ocupado creando hechos consumados sobre el terreno y transformando las realidades económicas, geopolíticas y demográficas en los territorios ocupados.

Le dimos al Sr. Baker —preparamos un documento— todas las medidas que Israel tomó entre su primera y su segunda visita para demostrarle cuáles son las verdaderas intenciones y respuestas de Israel. Entre ellas figuraban la confiscación de 70 mil dunams [7 mil hectáreas], más toques de queda y zonas clausuradas, la matanza y deportación de palestinos, la demolición de casas, la confiscación de más recursos y tierras, la creación de más asentamientos, etc.

Creemos que este es el verdadero rostro de Israel que la gente tiene que ver y no solo hablar de paz. Si se le permite a Israel seguir subvirtiendo y socavando la paz, creando una contra-realidad como esta, que es ilegal, entonces todo lo que se hable de la paz se volverá algo irrelevante, académico en el futuro, porque los cimientos de la paz habrán sido destruidos. No queremos que Israel aproveche esto otra vez para ganar tiempo y procrastinar, y para eludir los problemas reales.

PREGUNTA: Algunas organizaciones y líderes palestinos piensan que estas reuniones con Baker no deberían llevarse a cabo. ¿Cuál es su perspectiva?

R: No somos una sociedad monolítica. La OLP aprobó las reuniones, las dos reuniones.

Por supuesto, hay activistas y facciones palestinas que no aprueban de las reuniones, que sienten que son innecesarias, que le están haciendo el juego a Estados Unidos y a Israel. Mucha gente es extremadamente cínica acerca de las intenciones estadounidenses.

Dicen que con esto Estados Unidos, en cierto sentido, está monopolizando el proceso de paz, en lugar de plantearlo en el Consejo de Seguridad y ante la ONU. Y dudan mucho de Estados Unidos porque no busca la paz objetivamente, sino que es parte del conflicto. Ha sido el principal aliado y protector de Israel, así como su benefactor financiero, y su actitud hacia los palestinos nunca ha sido realmente positiva.

Así que puede comprenderse bastante bien por qué la gente es escéptica, cínica y vacilante y no va a hacer nada que pueda favorecer a Israel o a Estados Unidos en esta etapa.

Hay, por supuesto, otra opinión que dice que las reuniones son importantes, que la gente no debe rechazar los contactos internacionales, que si tienes un mensaje claro, una posición clara, debes presentársela a cualquiera y no debes tener miedo de hacerlo. Pero si cortas la comunicación, nadie sabrá realmente lo que está pasando, cuáles son tus demandas, cuáles son tus derechos y cuál es tu realidad.

La esencia de la ocupación israelí

Creo que es realmente esencial que el Sr. Baker y todo el mundo entiendan la esencia de la ocupación, el aspecto humano y lo que significa para los palestinos: el trato brutal y la deshumanización constantes; la humillación constante; la violación de todo tipo de derechos, de todo derecho humano. El derecho a la vida, el derecho a la seguridad, el derecho a la salud, el derecho a la educación, todo está siendo violado. Nos están robando nuestras tierras y recursos. El gobierno de Estados Unidos es responsable de esta situación.

Cuatro soldados israelíes golpearon salvajemente a dos adolescentes palestinos, Wa’al Hassan Jawda y su primo Usama Jawda, en una colina con vistas a Nablus, Cisjordania, en febrero de 1988. Los soldados cumplían órdenes del entonces ministro de Defensa israelí, Yitzhak Rabin, de “romperles los huesos” a los palestinos que resistan la ocupación sionista. La tortura, que duró casi media hora, fue captada en video desde lejos por el camarógrafo de CBS Moshe Alpert. Provocó una condena mundial de la barbarie israelí (Foto: Fotograma del video de 1988). Dos décadas después, Wa’al Jawda, una de las dos víctimas, contó su historia al diario israelí Ha’aretz. Se le muestra aquí a la derecha, en la escena de la golpiza, en 2011. “Somos una familia de agricultores. No participamos en las manifestaciones ni en los eventos al comienzo del levantamiento”, dijo Jawda, que todavía vive en Nablus y ahora es padre de tres hijos. Los dos adolescentes regresaban con un rebaño de ovejas de su familia cuando fueron sorprendidos por el escuadrón israelí, explicó. “No hicimos nada. Las ovejas salieron corriendo. Allí estábamos parados hasta que los soldados nos agarraron”, dijo, y agregó en tono de broma: “Las piedras palestinas se apiadaron de nosotros”. (Foto: Daniel Bar-On).

Siento que esta realidad hay que concretarla para que la gente no se equivoque y asuma que hay una situación simétrica; que los palestinos se encuentran en un ambiente libre y democrático y pueden permitirse dialogar de forma imparcial. No podemos, porque nuestro pueblo está bajo ocupación, sin ningún derecho.

Somos tratados brutalmente de forma sistemática, y se le permite a Israel usar el proceso de paz como rehén y monopolizar cualquier acontecimiento que se produzca. Así que depende de nosotros hacer que nuestro caso sea escuchado, presentar nuestro caso. Y hacerlo de la manera más directa y responsable posible.

PREGUNTA: Poco después del alto el fuego en Irak, Yasser Arafat y otros funcionarios de la OLP hicieron declaraciones en el sentido de que el resultado de la guerra puso la cuestión palestina más en primer plano, que de alguna manera la lucha por la autodeterminación de Palestina se elevó a un nuevo pico. ¿Hubo algún logro político o de otro tipo para el pueblo palestino dado el resultado de la guerra encabezada por Estados Unidos contra Irak?

R: No es cuestión de logros. No hubo ningún logro. La cuestión palestina pasó a ocupar un lugar destacado en el escenario internacional como resultado de la intifada, que es la voz humana de la resistencia palestina, como ustedes saben. De la resistencia popular.

Pero antes de la guerra del Golfo, como resultado de la repetición y la brutalidad, la gente se volvió insensible al sufrimiento de los palestinos. Se convirtió en algo normal que mataran a palestinos todos los días. Ya sabes, 3 muertos, 150 heridos, 4 casas demolidas. Esto se convirtió en parte de la realidad que la gente toleraba, por lo que se convirtió en algo rutinario y la gente se volvió insensible.

Pero la crisis del Golfo demostró que no se han abordado los verdaderos agravios de la región, las verdaderas causas del conflicto. La verdadera causa del conflicto y de la inestabilidad en el mundo árabe es la cuestión de Palestina. La injusticia rutinaria cometida contra los palestinos, el estancamiento del proceso de paz y la falta de logros.

Esto incluye los intentos de eludir los problemas reales, la representación real de los palestinos, y negarnos nuestros derechos, incluso el derecho a la autodeterminación.

La guerra liderada por Estados Unidos desató más inestabilidad

Así que la crisis del Golfo demostró que pueden demolerse países y pueden librarse guerras en las que mueren decenas de miles de personas. Eso no significa que hayan sido abordados los problemas reales. Significa que probablemente has desatado más inestabilidad y más problemas. Así que creo que es importante que ahora – cuando los imperialistas se han comprometido, y han declarado públicamente que quieren estabilidad en la región – ahora tienen que respaldar lo que dicen con hechos.

Tendrán que demostrar si es cierto que van a aplicar los principios que dicen defender y abordar las verdaderas causas de la inestabilidad. Es por eso que la cuestión palestina volvió a ocupar el primer plano.

Pero para ellos, según su punto de vista no es justa la causa palestina ni hay nada que deba rectificarse. Tiene una dinámica que no está sujeta a factores externos, sino al hecho de que estamos resistiendo una ocupación brutal. Tenemos derechos que deben reconocerse y, a menos que se aborden esos derechos, a menos que se reparen los agravios, habrán conflictos constantes, inseguridad e inestabilidad en la región.

Al mismo tiempo Estados Unidos ahora tiene nuevos clientes en la región, no sólo Israel, sino también algunos regímenes árabes que ahora enfrentan problemas de credibilidad para con su propio pueblo como resultado de su alianza con Estados Unidos.

Para ganar algo de credibilidad van a tener que presentarse como campeones de la causa palestina. Así que tendrán que fingir que entregan algo. Y esta es hoy una nueva realidad. Estados Unidos está tratando de entregarles algo a sus nuevos clientes, a sus nuevos aliados – a la gente que formaba parte de la alianza estadounidense, que rindieron servicio a los intereses estadounidenses en la región. Ahora Estados Unidos tendrá que dar algo a cambio, aunque sea un apaciguamiento superficial.

Es evidente que no es cierto que la anexión de tierras y la expansión trae seguridad. Porque no es como dijo Bush. No es la geografía la que crea la paz o la estabilidad.

Pueden expandirse y adquirir más tierras y robarles más tierras a otras personas. No significa que vayan a tener seguridad. Significa que no hacen más que perpetuar la situación de inestabilidad y conflicto. Y por supuesto Israel, especialmente en la región, ya no acarrea una ventaja estratégica, como solía decir Reagan, sino que es un lastre cuando se trata del conflicto entre un árabe y otro árabe. Tuvieron que sobornar y engatusar a Israel para que se mantuviera al margen de la guerra, porque era un lastre.

PREGUNTA: Hemos visto que en Kuwait, después de la victoria militar de Estados Unidos, los trabajadores palestinos han sido victimizados. Los ataques contra combatientes palestinos también han sido frecuentes en otros países árabes, como en Siria y Egipto. También se han producido ataques similares contra militantes palestinos en Irak.

R: Es cierto que ha habido represión de los palestinos en Irak, así como en Egipto, Siria, Líbano y los países del Golfo.

P:  ¿Qué piensa de la invasión iraquí de Kuwait, de los objetivos que tiene el presidente iraquí Saddam Hussein en esta invasión, y su posterior “vinculación” de la retirada de las tropas iraquíes de Kuwait con la lucha palestina?

RESPUESTA: Sé que existen agravios de larga data entre Irak y Kuwait. Conozco toda la cuestión de los campos petrolíferos de Rumaila, la isla de Bubiyan y la cuestión de la programación de las deudas. Todas estas son cuestiones concretas y deberían haberse tratado entre el Iraq y Kuwait o en un contexto árabe. No había necesidad de hacer la guerra. No era necesario invadir Kuwait. Como pueblo ocupado, no podemos sino oponernos a cualquier otra ocupación, incluida la de Kuwait.

La manipulación por los líderes árabes de la cuestión palestina

Así que el “vínculo” vino después de los hechos. Es la mala fortuna de la cuestión palestina que su destino es ser manipulada y utilizada históricamente por los dirigentes árabes para sus propios fines. Es una prueba de fuego, una fuente de credibilidad. Es parte de las “credenciales” de cualquier líder árabe. Y la mayoría de los líderes árabes han logrado oprimir a sus propios pueblos, utilizando el pretexto de una causa nacional, que es la causa de Palestina. Nos han manipulado para sus propios fines, ya sean económicos, políticos, regionales o internacionales.

Fuerzas estadounidenses en tanques y otros vehículos militares en el desierto iraquí el 25 de febrero de 1991 durante el segundo día de una invasión masiva de Irak desde Kuwait (Foto: AFP). En esta foto de 1991 en Bagdad, a la derecha, el entonces presidente iraquí Saddam Hussein sostiene un arma en una de sus posturas demagógicas (Foto: Reuters). Saddam Hussein “vinculó” la retirada de las tropas iraquíes — que habían invadido Kuwait antes del asalto dirigido por Estados Unidos — con la lucha palestina “después de los hechos”, explicó Hanan Ashrawi. “Es la mala fortuna de la cuestión palestina el ser manipulada y utilizada históricamente por los líderes árabes para sus propios fines. Es una prueba de fuego, una fuente de credibilidad. Es parte de las ‘credenciales’ de cualquier líder árabe. Y la mayoría de los líderes árabes han logrado oprimir a sus propios pueblos, utilizando el pretexto de una causa nacional, que es la causa de Palestina”.

Así que creo que Saddam adoptó la causa palestina, la idea de ese “vínculo”, para sus propios fines. En primer lugar porque se trata de una reivindicación palestina de aplicar la legitimidad internacional de manera uniforme. Si vamos a poner fin a una ocupación, ¿por qué no acabar con todas las ocupaciones, especialmente con la ocupación de Palestina que ha durado tanto?

Número dos, es una postura muy emotiva. Atrae a las masas árabes. Si nos fijamos en quiénes apoyaron a Saddam y quiénes no, veremos que fue la gente que era pobre, la gente que era oprimida, la gente que vio esa distribución obscena y desigual de la riqueza en la región, la gente que es parte del sur y no del norte, o la gente que no tiene pozos de petróleo.

De cierto modo, fue una regresión a un enfoque mesiánico. En lugar de que la gente depositara su fe en el poder de su propio pueblo y en la valentía del movimiento popular, empezó a depositar su fe en un individuo, lo cual va en contra del espíritu de la intifada.

La intifada, los palestinos y la OLP habían logrado sustraer la causa palestina del patrocinio y la manipulación de las naciones árabes, y la habían colocado en sus propios términos en manos palestinas y bajo soberanía palestina. Hablamos en nuestro propio nombre, no queremos ser manipulados por nadie, y no queremos ser una justificación ni para las políticas represivas de los regímenes árabes ni un medio para recaudar fondos y demás.

Con la crisis del Golfo hubo muchas complicaciones sobre la cuestión de Palestina. Como resultado, y de nuevo es parte de nuestro triste destino, los palestinos quedan a merced de los países que los acogen. Como bien saben, un tercio de los palestinos están bajo ocupación y dos tercios están en el exilio. Las personas que están en el exilio no tienen derechos ni protección, y la mayoría de ellas no tienen papeles, pasaportes ni documentos de identidad, especialmente las que están en los países del Golfo. No tienen a dónde ir.

Desgraciadamente, al final de la guerra del Golfo, los palestinos fueron sistemáticamente victimizados en Kuwait y en los países del Golfo. En Arabia Saudí perdieron sus empleos. Se les ordenó que se fueran, sin tener a dónde ir, y se ha creado una verdadera tragedia humana que muy pocas personas conocen. El hecho es que ahora los palestinos – por tercera, cuarta y quinta vez – se han convertido en refugiados.

La mayoría de ellos son personas educadas que han pasado toda su vida en los países del Golfo o que nacieron allí y han prestado sus servicios a esos países. Ahora son apátridas. Tampoco pueden volver a casa, ya que Israel no les permite volver a Cisjordania o Gaza. Los pocos que han regresado han perdido el salario de toda una vida y han quedado indigentes.

En Kuwait la desesperación es aún mayor. Las personas y toda la comunidad palestina están siendo sometidas a un trato muy brutal e inhumano. Muchos fueron asesinados, encarcelados, torturados o deportados.

Hicimos muchos llamados en nombre suyo. No se debe castigar a individuos, y no se debe castigar a los pueblos por sus posiciones políticas. Esperamos que esto no continúe. Nos han dado garantías de que no seguirá ocurriendo. Pero no estoy muy segura de que todo el proceso de venganza y crueldad hacia los palestinos se detenga de inmediato. Y cada día que esto sigue sucediendo es un día más de lo debido.

Intifada: Un levantamiento popular masivo

P: ¿Cuáles cree usted que son los logros de la intifada y qué posibilidades hay, en su opinión, de ganar la lucha de los palestinos por la autodeterminación?

RESPUESTA: La intifada es un levantamiento popular masivo. Goza no sólo del apoyo, sino de la plena participación de toda la población palestina bajo la ocupación. Por lo tanto, es una verdadera fuerza democrática que comienza desde la base, con varias dimensiones.

Palestinos arrojan piedras contra el ejército de ocupación israelí en Cisjordania, en 1987, cuando comenzó el levantamiento palestino de seis años conocido como la intifada. (Foto: AP)

Una dimensión es la de la resistencia abierta, que se expresa en manifestaciones, marchas, huelgas, etc.

La segunda es la dimensión de la organización de las instituciones de un Estado palestino; de encarnar el Estado palestino, y también de la transformación social; de deslegitimar la ocupación israelí y legitimar la auténtica voz y voluntad palestinas. Y esta es también la batalla de voluntades: la batalla de rechazar la realidad artificial e ilegal de la ocupación y crear una realidad propia y auténtica, incluso bajo la ocupación. Es el desafiar todos los intentos de erradicar tu identidad y realidad propias.

La tercera dimensión es una dimensión política porque, en última instancia, la intifada es una afirmación política. Nos comprometimos a aceptar una solución política del conflicto al aceptar las decisiones de la comunidad internacional y las resoluciones de la ONU bajo el amplio título de legitimidad internacional: nos adherimos a las resoluciones de noviembre de 1988 del Consejo Nacional Palestino (CNP) y la solución de dos Estados. Por lo tanto, esta dimensión política significa que nos hemos embarcado en una nueva fase en la historia de la lucha palestina.

‘El mito de la democracia israelí’

Entre los otros logros de la Intifada, además de estas tres dimensiones — y creo que la construcción del Estado y la construcción de la nación es muy importante — está el hecho de que hemos vuelto a poner la cuestión de palestina en la agenda internacional. Por primera vez se nos ha escuchado articular nuestra propia causa, nuestra propia narrativa, y no a través de los ojos de otras personas. Hemos desmentido los mitos de la democracia israelí y la ocupación benévola. Hemos demostrado cómo es realmente la ocupación y hemos expuesto el verdadero punto débil de Israel, por decirlo así.

Nos hemos ganado la atención, si no la conciencia, del ámbito internacional.

Pero eso no significa que hayamos resuelto el problema. Es un camino muy, muy largo y arduo. Enfrentamos una oposición tremenda. Nunca se debe subestimar a Israel. Ha logrado secuestrar no sólo el proceso de paz, sino también los derechos de los palestinos al negar nuestra existencia aquí. Nos hemos deshumanizado ante los ojos de algunas personas.

También tenemos un largo camino por recorrer porque en este momento el tema de la autodeterminación se ha vuelto crucial en el mundo. Y, sin embargo, es claro el rechazo de mucha gente a nuestro liderazgo legítimo, que es la OLP, y el rechazo de mucha gente a nuestro derecho a un Estado, ambas expresiones de nuestro derecho a la autodeterminación. Se nos dice que un derecho que a todos se les otorga como innato — cada nación tiene derecho a la autodeterminación — nos es negado en virtud de la ocupación. Queremos ser tratados como cualquier otro pueblo del mundo; para poder elegir nuestro propio liderazgo, para construir nuestra propia realidad y para tener nuestro propio Estado.

Como ustedes saben, teníamos nuestra propia realidad, nuestro propio estado, antes de 1947-48. Hemos asumido un compromiso histórico. El restablecimiento de los derechos de los palestinos es esencial para que haya una verdadera paz en la región. De lo contrario, mientras haya un solo palestino vivo, existirá el desafío, no sólo para Israel, sino para la comunidad internacional, de que se ha cometido una injusticia histórica. Como palestinos, vamos a reclamar nuestro derecho a Palestina.

La solución de dos Estados: ‘Justicia relativa’

PREGUNTA: Desde 1970, el programa adoptado por la OLP era por una Palestina democrática y laica, donde árabes y judíos pudieran vivir juntos. ¿Es la nueva posición de la OLP abogar por un Estado independiente en los territorios ocupados como la única forma realista de avanzar?

R: No es lo que llamamos justicia absoluta. Es justicia relativa, en vista de las condiciones geopolíticas que se crearon en la región. No es justicia histórica, no es justicia nacional. Pero nos hemos dado cuenta de que es el único enfoque realista. Al proponer el Estado laico, no sectario y democrático, sentimos que esta sería una solución mucho mejor para la región. Pero, lamentablemente, Israel lo rechazó. Insisten en tener un Estado exclusivamente judío.

En Palestina la mayor parte de la tierra le pertenecía a los palestinos. Como eso no era aplicable, la posición del CNP de noviembre de 1988 era aceptar el principio de la partición de la tierra.

Porque, mientras la gente se sienta y habla y discute, y mientras se hacen y archivan resoluciones y se acumula polvo en los archivos de la ONU, los palestinos mueren todos los días. Nos están robando la tierra. Nos están robando nuestros recursos.

¿Saben que más del 75 por ciento del agua de Cisjordania ha sido robada por Israel? ¿Saben que más del 55 por ciento de nuestras tierras en Cisjordania han sido robadas y confiscadas? Ustedes saben que hay miles de palestinos que han muerto desde 1967. Nos harán la vida tan insoportable que no podremos quedarnos aquí.

Creo que hay que detener a Israel antes de que logre erradicar por completo la realidad palestina aquí, y antes de que pueda crear hechos irreversibles. No queremos esperar. No creo que vamos a apreciar los sentimientos de culpabilidad del mundo después de los hechos cuando ya sea demasiado tarde. Queremos que las cosas se remedien ahora para que podamos mantener lo que queda de la tierra palestina, de las vidas palestinas, en suelo palestino.


NOTAS

[1] Esta entrevista apareció por primera vez en la edición del 3 de mayo de 1991 del  periódico The Militant.

[2] Hanan Ashrawi concedió una entrevista televisada al servicio de noticias estadounidense Democracy Now (Democracia ahora) el 14 de mayo de 2021, en la que habló sobre el entonces reciente bombardeo israelí de Gaza y la resistencia palestina a la ocupación y opresión sionistas. World-Outlook, que es la versión en inglés de este diario digital y comenzó a publicarse antes de que apareciera Panorama-Mundial, publicó extractos importantes de esa entrevista, que pueden encontrarse en inglés aquí.

El análisis de las noticias relacionadas puede encontrarse en el artículo de World-Outlook del 21 de mayo de 2021, en inglés, In Response to Israeli Barbarism, Palestinian Resistance Bursts onto World Scene (En respuesta a la barbarie israelí, la resistencia palestina irrumpe en el escenario mundial”.)

[3] Hanan Ashrawi renunció al Comité Ejecutivo de la OLP el 9 de diciembre de 2020. “Creo que es hora de llevar a cabo la reforma necesaria y activar a la OLP de una manera que restaure su posición y su papel, incluso respetando el mandato del Comité Ejecutivo en lugar de su marginación y exclusión de la toma de decisiones”, dijo en ese momento.

“El sistema político palestino necesita renovación y revitalización con la inclusión de jóvenes, mujeres y otros profesionales calificados. Nos incumbe a todos asumir nuestras responsabilidades individuales y cumplir con nuestros deberes con honestidad e integridad, incluso facilitando ese cambio necesario.

“Como le he reafirmado al presidente Mahmoud Abbas, continuaré sirviendo al pueblo palestino y a nuestra justa causa en todas las capacidades, aunque sea al margen de los cargos públicos”.

La declaración completa de Ashrawi fue publicada en inglés en The Palestine Chronicle.



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