Por Argiris Malapanis
SOFÍA, Bulgaria – Más de 5 mil personas, en su mayoría jóvenes, se manifestaron aquí el 31 de julio frente al Palacio de Justicia para condenar la violencia contra las mujeres. “¡Ni una sola mujer más!”, proclamaban muchos de los carteles. “No nos quedaremos callados”, fue el tema de la acción en la capital de Bulgaria. “Alto al genocidio contra las mujeres”.
Protestas similares tuvieron lugar en todo el país. En la noche del 31 de julio la televisión nacional búlgara informó que miles de personas llenaron las plazas en más de 30 ciudades y pueblos de todo el país. Manifestaciones con las mismas reivindicaciones se extendieron a otras ciudades el 1 de agosto.


Según dijeron los manifestantes a Panorama-Mundial, un horroroso ataque contra una mujer de 18 años — identificada hasta ahora solo por sus iniciales, DM, para su protección — y el hecho de que las autoridades se rehusaron a procesar al autor del crimen fue lo que provocó las acciones de protesta.
El ataque tuvo lugar el 26 de junio en Stara Zagora, una ciudad en el centro de Bulgaria.
La joven dijo que su atacante, Georgy Georgiev, un exnovio, le hizo numerosas cortaduras con un cuchillo, le rompió la nariz y le rapó el cabello. El personal médico que la atendió tras el brutal asalto tuvo que administrarle 400 puntos de sutura.
Tras el ataque la policía arrestó al sospechoso de 26 años. Pero un tribunal en Stara Zagora dictaminó más tarde que las lesiones que sufrió la mujer eran “leves” y liberó a Georgiev, a pesar de que esta era su tercera ofensa, según la televisión nacional búlgara.
Indignada por el fallo, la familia de la joven hizo público el caso a fines de julio, lo que provocó las protestas, dijeron los manifestantes.

“¡Georgiev, criminal, a la cárcel!”, decía uno de los carteles en el mitin de Sofía. “El sistema judicial está en la morgue”.
Los manifestantes exigieron además la renuncia de la jueza Tatyana Gioneva, quien liberó al atacante.
“¿Cómo es posible que tal sadismo sea calificado como una ‘lesión corporal leve’?”, dijo Emilia Stoyanova, de 39 años, a la Agencia de Prensa Francesa AFP. “La reacción de la corte es insólita”.
“Yo también tengo una hija pequeña que algún día cumplirá 18 años, y ella podría quedar en la misma situación”, dijo un hombre quien no fue identificado por su nombre a Radio Free Europe (RFE) en una entrevista grabada en video durante la protesta de Sofía.
Bajo la presión por la ola de indignación pública la policía volvió a arrestar a Georgiev el 31 de julio, mientras las autoridades revelaron que había amenazado con matar a la joven. El Tribunal Distrital de Stara Zagora nombró a Zhaneta Nedkova como nueva fiscal del caso. Nedkova ordenó que se realizara un nuevo examen médico para documentar la gravedad de las lesiones de la víctima. El acusado ahora encara dos cargos de infligir lesiones corporales “intermedias” y de proferir amenazas de muerte, aunque la investigación sigue en curso.
“Otros casos similares son tanto más trágicos porque esas mujeres ya no están con nosotros”, dijo una joven en el mitin de Sofía a RFE en una entrevista grabada en video. “Creo que es hora de hacer reformas, de hacer un cambio”.

Los manifestantes pidieron la elaboración de nuevas leyes para proteger a las mujeres contra la violencia doméstica y de otros tipos.
Bulgaria, como miembro de la Unión Europea (UE) desde 2007, no ha ratificado el Convenio del Consejo Europeo sobre la Prevención y la Lucha en contra de la Violencia contra las Mujeres y la Violencia Doméstica, conocido como el Convenio de Estambul. La UE se adhirió al Convenio de Estambul en junio.
Estadísticas de la policía búlgara revelan que en 18 casos de mujeres asesinadas en los primeros tres meses de este año los sospechosos del crimen son sus parejas. No está claro cuántos de estos sospechosos han sido acusados. Esto forma parte de una tendencia preocupante. Según las estadísticas del Ministerio del Interior, los asesinatos de mujeres cometidos por cónyuges, parejas u otros familiares aumentaron en un 50% entre 2016 y 2018, de 22 a 33. Esto significa que, de todos los asesinatos cometidos en Bulgaria, alrededor de un tercio son de mujeres asesinadas en su casa por un pariente cercano.
Activistas por los derechos de la mujer dicen que las cifras en realidad son mucho más altas.
“Muchos casos, inclusive muchos en los que mueren mujeres, no se hacen públicos”, dijo Elena Tudjarov. “En otros, incluso cuando las mujeres buscan protección, las leyes existentes no nos ayudan”.
Tudjarov señaló el caso de Kristina Blagoeva, una mujer de 32 años de la capital de Bulgaria. El 9 de marzo Blagoeva se puso en contacto con la Asociación Animus, una organización no gubernamental que ofrece asesoramiento a víctimas de la violencia doméstica. El día anterior Blagoeva le informó a Animus que el hombre con el que tenía una relación la había amenazado de muerte.
Menos de un mes después su cuerpo fue encontrado en el maletero de un automóvil con dos balas en el torso. El 7 de abril la policía acusó a su pareja, Kaloyan Kaymakchiyski, de su asesinato. Un motivo probable, según la oficina del fiscal, era que Blagoeva había terminado la relación.
El caso atizó un debate en toda Bulgaria sobre la ley de violencia doméstica del país.
“Mujeres como Blagoeva no pueden obtener órdenes de alejamiento contra sus abusadores porque no están casadas o no viven con la pareja”, dijo Tudjarov. “Ese es un problema importante con nuestras leyes. Tenemos que cambiarlo”.
Según informes en los medios de comunicación es posible que ocurran más protestas en todo el país en las próximas semanas.
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Categories: Derechos de la Mujer, Política Mundial