Delegaciones internacionales brindan solidaridad en torno a los eventos del Primero de Mayo
El autor es miembro del Comité de Los Ángeles Manos de Estados Unidos Fuera de Cuba (LA-HOC). Se unió a una delegación a Cuba organizada por el grupo del 25 de abril al 2 de mayo.
Por Duane Stilwell
LA HABANA, Cuba — Más de 1,300 delegados de 58 países y representando a 271 organizaciones se congregaron aquí el 2 de mayo para celebrar el “Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba y el Antimperialismo – A 200 Años de la Doctrina Monroe”.
La conferencia en el Palacio de Convenciones fue el evento de clausura de una serie de reuniones que, a partir del 25 de abril, reunieron a activistas sindicales y otros amigos de Cuba provenientes de otros países con trabajadores y otros ciudadanos cubanos.
El objetivo era dar a conocer a los visitantes internacionales las crecientes dificultades sistémicas que enfrenta el pueblo cubano debido al bloqueo económico, comercial y financiero que el gobierno de Estados Unidos le ha impuesto durante 61 años, pero también darles la oportunidad de ver de primera mano la resiliencia creativa con la que muchos cubanos enfrentan la escasez resultante y continúan resistiendo.

Al inaugurar la reunión, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, detalló el amplio contexto de la situación actual de Cuba. “La pandemia”, explicó, “paralizó nuestra economía durante dos años”.
Luego, continuó, ocurrieron tres desastres consecutivos: la explosión de una línea de gas que demolió el Hotel Saratoga en La Habana; el rayo que destruyó parte de la base de súper tanqueros de Matanzas, el depósito de petróleo y estación de transferencia de combustible más grande del país; y, por último, el huracán Ian, que causó grandes daños a la principal zona tabacalera de la isla, devastando una de las principales exportaciones agrícolas de Cuba.
“Estados Unidos pretende internacionalizar la Doctrina Monroe y 200 años después la renueva bajo políticas de bloqueo, sanciones, acciones político-judiciales, muros, injerencias, cercos mediáticos y guerras”, explicó Díaz-Canel.
Washington adoptó la Doctrina Monroe en 1823 y la ha utilizado durante dos siglos para justificar su injerencia en América Latina.
“El bloqueo económico, financiero y comercial recrudecido constituye el principal obstáculo para el desarrollo económico y social de Cuba”, agregó Díaz-Canel, “y que el imperialismo yanqui lo usa como herramienta para asfixiar al pueblo cubano, quebrar su unidad y confianza en la Revolución, en el socialismo, en el Partido y en el Gobierno”.
Sin embargo, el pueblo cubano “demostró su capacidad de crecerse ante las dificultades y a fuerza de voluntad, solidaridad y unidad pudimos enfrentarlos y salir adelante.”
Prueba de ello, dijo Díaz-Canel, son “los resultados en los tres procesos de democracia participativa, realizados en apenas los últimos seis meses, [que] demuestran la confianza del pueblo en la Revolución, en la infinita obra de justicia social que significa y en la dirección del proceso revolucionario. Así lo manifestó el pueblo cuando aprobó el Código de las Familias,[1] las elecciones para delegados a las asambleas municipales del Poder Popular y, más recientemente, la elección de diputados que culminó con la constitución de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
“¿Qué les pedimos a ustedes, nuestros amigos de todo el mundo?” Díaz-Canel preguntó a los delegados. “Creemos que resulta una prioridad reforzar las exigencias para condenar el bloqueo en todas sus manifestaciones y seguir demostrando que, pese al cerco y la presión, es posible que Cuba avance y se desarrolle. Pero… debemos ‘¡vencer al bloqueo sin esperar que lo levanten!’. Y ustedes, amigos, que representan la solidaridad internacional con Cuba, también son parte esencial de ese desafío que compartimos.
“Constituye, además, un imperativo político y ético,” agregó, “denunciar la inclusión de Cuba en la espuria lista de Estados patrocinadores del terrorismo, donde nunca debía haber estado. Además de arbitraria, injusta e inmoral, tiene graves implicaciones económicas y un efecto disuasivo e intimidatorio”.
El presidente cubano luego enumeró una larga lista de actividades de solidaridad y antibloqueo en África, Europa, América Latina y el Caribe, y mencionó la creciente popularidad en Estados Unidos e internacionalmente de las caravanas mensuales denominadas Puentes de Amor.
¿Por qué el socialismo?
“En tiempos difíciles muchos preguntan: ¿Por qué el socialismo en Cuba?”, dijo Díaz-Canel. “No todos resisten 60 años de una asfixia económica que se ha profundizado de manera oportunista más de una vez. Todo eso daña de tal modo a la sociedad y a la familia cubana que no faltan los que dicen que renunciemos al socialismo.
“¿Por qué la Revolución Cubana escogió el camino del socialismo para la prosperidad?”, preguntó. “Porque es la única alternativa frente al capitalismo; porque es el mejor camino para darle el poder al pueblo y las decisiones sobre el país y el futuro.
“La Revolución Cubana no es solo la reacción de un pueblo a un acumulado insoportable de abusos, después de siglos de colonialismo y 60 años de neocolonialismo. Es la reacción de un continente y de un mundo plagado de injusticias, por eso nunca hemos estado solos en nuestra lucha. ¡Ustedes son un ejemplo!”, dijo Díaz-Canel ante prolongados aplausos.
“El supuesto ‘satélite soviético del Caribe’ sobrevivió a la desaparición no solo económica y política del bloque socialista europeo”, continuó. “Sobrevivió al desmontaje ideológico y al desplome moral de partidos y organizaciones políticas que suponían un referente. ¡Nunca fuimos satélite!”
El presidente cubano señaló el “Período Especial”[2] después del colapso de la Unión Soviética, un momento en que los líderes cubanos también iniciaron una amplia Campaña de Rectificación[3] para corregir errores que quedaron en evidencia cuando “Cuba perdió sus mercados y la solidaridad socialista, [y] el imperio y los ex socialistas se aliaron para imponernos un doble bloqueo”.
Díaz-Canel concluyó destacando el papel vital que desempeñó la dirección histórica de la revolución durante los retos que enfrentó el pueblo cubano:
“La generación que ahora ocupa las principales responsabilidades en el partido, el Estado y el gobierno cubano viene de esa escuela, y estamos convencidos de que ¡sí se puede y de que sí ganamos la guerra!”
Del discurso de Díaz-Canel en la conferencia del 2 de mayo
Los participantes se dividieron después en cinco comisiones: La unidad antimperialista vs. la Doctrina Monroe; Derechos de los Jóvenes Trabajadores—la integración de la juventud mundial en defensa de la paz, la soberanía y contra el imperialismo yanqui; Mujeres del mundo por la paz y la solidaridad entre los pueblos; Desafíos de la clase obrera en el mundo contemporáneo; y Las luchas de los movimientos de solidaridad, sociales y populares por las causas justas.
Los talleres discutieron los desafíos del bloqueo y redactaron propuestas para incluir en la declaración final.
Fernando González Llort, presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), presentó la declaración final adoptada por la conferencia. Destacó el papel crucial que desempeña la solidaridad en la supervivencia misma de Cuba y su proyecto social, pero también subrayó la necesidad de apoyar otras causas justas en todo el mundo. La declaración final puede leerse aquí.
Invitados internacionales visitan lugares de trabajo en Cuba
En los días previos a la conferencia, delegaciones de varios países visitaron 14 lugares de trabajo diferentes, cada uno representado por uno de los sindicatos nacionales que conforman la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), que organiza a más del 90% de la fuerza laboral en el país.
Este reportero visitó un campus organizado por la Asociación Nacional de Pequeños Agricultores (ANAP), donde la delegación fue homenajeada con un rodeo y una demostración de habilidades ecuestres. El acto fue seguido por una reunión que incluyó a miembros de delegaciones internacionales de Austria, Italia, México y otros países con líderes de la ANAP.
La cooperativa ANAP, una organización independiente de productores cubanos de alimentos, cobra cada vez más importancia a medida que el bloqueo restringe las importaciones de alimentos, fertilizantes, y piezas de reparación para equipos y maquinaria agrícola. También organiza ferias internacionales para traer a agricultores y pequeños productores de alimentos a Cuba con el fin de intercambiar conocimientos, explorar vías de cooperación y promover el comercio de productos agrícolas.
Michael Vera, miembro de la delegación de Los Ángeles y de la Unión de Lancheros Interiores del Pacífico del sur de California, la división marina de la Unión Internacional de Estibadores y Almacenes (ILWU), habló en la reunión de ANAP.
Destacó tres puntos centrales del Comité de los Ángeles Manos de Estados Unidos Fuera de Cuba (LA-HOC): “Primero, necesitamos influir en los sindicatos y con los activistas para presionar al gobierno de Estados Unidos para que quite a Cuba de la lista de monitoreo de ‘estados patrocinadores del terrorismo’, para que Cuba pueda participar en los sistemas bancarios mundiales.
“En segundo lugar”, dijo, “necesitamos desarrollar estrategias efectivas para trabajar por el fin del injusto e inhumano embargo de 63 años contra Cuba. Y tercero, necesitamos poner fin a todas y cada una de las 243 sanciones impuestas por la administración Trump que han creado tanto daño”.
La CTC organiza pasantía para líderes sindicales
La CTC también organizó una pasantía de una semana antes de la conferencia de solidaridad del 2 de mayo. Allí los participantes tuvieron la oportunidad de discutir el estado del movimiento obrero en el continente, así como la importancia histórica de defender a Cuba de la hostilidad de Washington. Entre los 101 asistentes se encontraban líderes sindicales de 11 países de América Latina, América Central y el Caribe y, por primera vez, una delegación de Estados Unidos.
La delegación estadounidense, conformada por 37 sindicalistas y activistas de la clase trabajadora que fueron invitados por la CTC y el ICAP, fue organizada por el comité LA-HOC. Entre los participantes se encontraban Chris Smalls, Derrick Palmer, Michelle Nieves, Jordan Flowers y Gerald Bryson del sindicato Amazon Labor Union (ALU) en el centro de distribución JFK8 de la empresa en Staten Island; Mary Hill y otros trabajadores que representan a Carolina Amazonians United for Solidarity and Empowerment (C.A.U.S.E.) del almacén de Amazon RDU1 en Raleigh, Carolina del Norte; e Iván Baez del centro ONT8 de Amazon en Inland Empire en California.
Entre los otros obreros de la delegación se encontraban Darwin Velásquez del Local 675 del sindicato metalúrgico United Steel Workers of America, Mike Vera del Inland Boatmen’s Union, así como miembros del Sindicato de Trabajadores de Panadería, Confitería y Tabaco del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio, y de la Asociación Internacional de Maquinistas.
Maestros, estudiantes, y activistas políticos y ambientalistas completaron la delegación estadounidense, que también incluía a Mwezi Odom en representación del Partido Socialista de los Pueblos Africanos.[4]
Al concluir la pasantía fue aprobada una resolución llamando por protestas internacionales el próximo otoño cuando vuelva a ocurrir el voto en Naciones Unidas para exigir el fin del embargo contra Cuba por Estados Unidos.
Con la ayuda de los grupos Global Health Partners y Not Just Tourists, la delegación organizada por LA-HOC también entregó más de $40 mil dólares en ayuda médica y suministros muy necesarios al hospital traumatológico Calixto García en La Habana, así como leche en polvo y alimentos ricos en proteínas. El grupo también donó alrededor de $5 mil dólares en equipos tecnológicos a la CTC al ICAP, así como suministros de arte e instrumentos científicos al Acuario Nacional de Cuba.
Los jóvenes activistas de la delegación estadounidense, entre quienes se encontraban miembros del Sindicato de Inquilinos de Los Ángeles, del Movimiento Juvenil Palestino, del comité LA-HOC, así como estudiantes y jóvenes trabajadores, fueron invitados a visitar la Universidad de La Habana y asistir a una reunión organizada por 75 miembros de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) y por los sindicatos que representan a los trabajadores universitarios. La reunión discutió temas de política mundial, el estado del movimiento obrero estadounidense, y las campañas de ayuda material para Cuba organizadas por todo Estados Unidos.
‘Por la patria, manos y corazón’
El punto culminante de todas estas actividades debía ser la celebración el 1 de mayo del Día Internacional de los Trabajadores. El Primero de Mayo, día mundial de acción por los derechos de los trabajadores, tiene sus raíces en la lucha en Estados Unidos por la jornada de 8 horas y la masacre de Haymarket, que ocurrió durante una manifestación de obreros en Chicago en 1886. Este año el lema de las celebraciones en Cuba fue “Por la patria, manos y corazón”.
Durante décadas las celebraciones del Primero de Mayo en Cuba han incluido una marcha masiva de cientos de miles en La Habana, así como grandes marchas en otras ciudades importantes de la isla.[5]
Este año, debido a la grave escasez de combustible causada por el bloqueo estadounidense e intensificada por el rayo que dañó el depósito petrolero de Matanzas, los mítines se organizaron a nivel regional (sin grandes delegaciones a La Habana de puntos cercanos a la ciudad) para que la mayoría de la gente pudiera llegar a uno de los mítines a pie desde su casa. La manifestación más grande en La Habana estaba planeada para el Malecón, a lo largo de la conocida avenida a la orilla del mar, frente al edificio que alberga la embajada de Estados Unidos.
Sin embargo, lluvias y vientos muy fuertes la noche anterior desactivaron o dañaron muchos de los sistemas de sonido y otras estructuras temporales instaladas en varios de los puntos de concentración. También hubo daños a edificios en La Habana y otras ciudades.


Por estas razones, las celebraciones del Primero de Mayo en las 15 provincias de Cuba se llevaron a cabo el 5 de mayo. Reportajes en Granma, Trabajadores y otros medios cubanos cubrieron muchas de estas acciones.
En Santiago de Cuba, la segunda ciudad más grande del país, unas 300 mil personas marcharon. La ciudad de Holguín vio una participación de 200 mil con otros municipios de la provincia reportando 240 mil adicionales. Una manifestación de 97 mil personas tuvo lugar en Ciego de Ávila y más de 100 mil se reunieron en la ciudad de Santa Clara. En La Habana, la capital, se reportaron seis puntos de concentración, con más de 100 mil en la manifestación principal en el Malecón.
Estas acciones registraron el apoyo que la revolución sigue teniendo entre amplias capas de la clase obrera cubana.
La mayoría de los delegados internacionales a la conferencia del 2 de mayo habían hecho planes de viaje para regresar a casa antes del 5 de mayo y, por lo tanto, se perdieron las celebraciones retrasadas del Primero de Mayo.
Sin embargo, después del anuncio del aplazamiento, los 280 delegados de Estados Unidos fueron invitados a celebrar el Primero de Mayo en el Palacio de la Revolución. La reunión sorpresa incluyó al presidente cubano Miguel Díaz-Canel; a Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores Cubanos; Rogelio Polanco Fuentes, secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba; dirigentes de la Unión de Jóvenes Comunistas; y el director del ICAP, Fernando González Llort, quien también es uno de los cinco revolucionarios cubanos que fueron encarcelados injustamente en Estados Unidos.[6]

Los delegados de Estados Unidos reafirmaron su compromiso de seguir luchando por levantar el bloqueo y de enfocarse en las protestas que se avecinan. Estas incluyen la protesta planificada para el 25 de junio en Washington, D.C. (en concierto con otras protestas locales en todo Estados Unidos e internacionalmente), exigiendo que la administración Biden elimine a Cuba de la alevosa lista de “Estados patrocinadores del terrorismo”.
El bloqueo continuado ferozmente por la administración Biden
La administración Trump endureció significativamente el bloqueo de Estados Unidos, agregando 243 sanciones destinadas a socavar la economía cubana. El 12 de enero de 2021, en uno de sus actos finales, Trump añadió a Cuba a la lista del Departamento de Estado de “Estados patrocinadores del terrorismo”.
La administración Biden ha continuado con esta política punitiva que aumenta los obstáculos que Cuba enfrenta al realizar transacciones bancarias y comerciales con otras naciones. Además, la mayoría de las sanciones de la era Trump permanecen intactas y la administración Biden ha agregado sanciones adicionales.
A medida que los efectos del bloqueo intensifican las privaciones en toda la sociedad cubana, las entregas de petróleo a Cuba desde otras naciones han ido disminuyendo lentamente. Piezas vitales para reparar el sistema de energía eléctrica de Cuba también se han vuelto más difíciles de obtener. Esto ha llevado a cortes recurrentes de energía eléctrica y una grave escasez de combustible porque el país ahora solo recibe alrededor del 80% de sus necesidades totales.

Por toda La Habana pueden verse numerosas gasolineras cerradas, largas filas de vehículos en las pocas que siguen abiertas, y muchas tiendas cerradas. Letreros escritos a mano en restaurantes y otros pequeños establecimientos anuncian horarios de operación reducidos. Conductores a menudo hacen cola un día entero, y a veces más, para obtener 20 litros de combustible en el día asignado.
Hay muchos otros indicadores, grandes y pequeños, de lo profundo de la crisis, desde grupos numerosos de personas que deben caminar varios kilómetros a casa después del trabajo porque los horarios del transporte público se han reducido, hasta la falta de servilletas de papel en la mayoría de los restaurantes.
“Hemos vivido con carencias durante tanto tiempo que ahora nos reímos de las cosas que ya no podemos encontrar”, dijo una de las facilitadoras de la pasantía de la CTC durante una conversación sobre la falta de tarjetas WiFi que se necesitan para conectar los teléfonos celulares al Internet. “Para nosotros bregar con la privación es todo un arte”, agregó más tarde con ironía.
Hoy Cuba se enfrenta a una crisis económica que pudiera ser la más severa desde el “Período Especial”. Esto explica el éxodo de cientos de miles de cubanos quienes, en los últimos años, se han rendido y han abandonado la isla emigrando a Estados Unidos y otros países. Al mismo tiempo, a pesar de las crecientes dificultades en su vida cotidiana, la gran mayoría de los trabajadores cubanos siguen comprometidos a defender su revolución y hacer frente a la intimidación del imperio del norte.
Aumento del hostigamiento por parte de la Seguridad Nacional de EE.UU.
Según informes de testigos, agentes de la Seguridad Nacional de Estados Unidos (Homeland Security) hostigaron a 15 delegados al regresar a Estados Unidos desde Cuba en los aeropuertos de Miami, Ft. Lauderdale y Newark, a pesar de que todos habían cumplido con los requisitos del Departamento del Tesoro de Estados Unidos para viajar legalmente a Cuba.[7]
Tres miembros de la delegación de LA-HOC, además de miembros de KIWA-LA (Asociación Coreana de Trabajadores Inmigrantes – Los Ángeles) y otras organizaciones, incluida la Red Nacional sobre Cuba (NNOC) y la Asamblea Internacional de los Pueblos (IPA), fueron detenidos durante horas, interrogados sobre la naturaleza de su visita a Cuba y luego puestos en libertad. En algunos casos agentes estadounidenses confiscaron teléfonos celulares y desvalijaron el equipaje.
Estos actos de intimidación de ciudadanos estadounidenses son una violación de sus libertades civiles. También demuestran el poder arbitrario que pueden ejercer los agentes de Seguridad Nacional.
El 4 de mayo, al enterarse de las detenciones en los puertos de entrada de Estados Unidos, el presidente Díaz-Canel tuiteó un mensaje de apoyo a los detenidos: “Ánimo, muchachos, estamos con ustedes. Gracias por la valentía, por apoyar a Cuba y por enfrentar en las propias entrañas del monstruo el odio de quienes no pueden soportar que la Revolución Cubana tenga el apoyo de los jóvenes más progresistas. Les mandamos un fuerte abrazo”.
NOTAS
[1] Ver Nuevo Código de las Familias en Cuba es un logro revolucionario publicado por Panorama-Mundial el 17 de octubre de 2022.
[2] El llamado “Período Especial” fue desencadenado por la abrupta terminación, al inicio de la década de 1990, de la ayuda para el desarrollo y las relaciones comerciales preferenciales de larga data con los países del antiguo bloque socialista.
La economía cubana había quedado distorsionada, primero por décadas de la política neocolonial estadounidense y luego por la implacable guerra económica de Estados Unidos contra la nación isleña. Durante los primeros años después del triunfo de la revolución en 1959, Cuba no tenía muchas opciones fuera de una integración casi completa con las economías de la Unión Soviética y los países de Europa oriental que siguieron su ejemplo. Esto magnificó el precio que pagó el pueblo de Cuba cuando se desintegraron estos regímenes a principios de la década de 1990, lo que causó un colapso del 85% del comercio exterior de Cuba, dejando a los trabajadores de la isla mucho más expuestos y vulnerables a las cada vez más intensas crisis de los mercados capitalistas.
Este enorme shock económico causó una escasez generalizada de alimentos, medicinas, combustible y fertilizantes. La dislocación repercutió en cambios drásticos a la organización de la economía cubana. También puso en relieve una diferenciación económica y social cada vez más aguda en el seno de la sociedad cubana.
[3] La “Campaña de Rectificación” fue un proceso integral que el Partido Comunista de Cuba inició en 1986 para revertir las consecuencias políticas negativas de la planificación económica y de las políticas de gestión copiadas del régimen estalinista en la Unión Soviética. Los dirigentes cubanos habían adoptado esas políticas a principios del decenio de 1970, y ya a principios de la década de 1980 esa trayectoria había resultado en la desmovilización política y la desmoralización de ciertos sectores de la clase trabajadora en Cuba. Frente a esta desorientación política, los comunistas cubanos recurrieron a los argumentos que impulsó Ernesto Che Guevara durante los primeros días de la revolución, sus críticas del modelo económico de la Unión Soviética, y sus propuestas sobre cómo construir el socialismo en Cuba, ideas que en ese entonces habían comenzado a implementarse de manera limitada.
La rectificación incluyó medidas para reducir las desigualdades sociales y limitar las condiciones de vida privilegiadas de aquellos con altos puestos en las burocracias del gobierno, el partido y el ejército; recortes en el personal administrativo y de gestión; fuertes medidas contra la corrupción; un uso más amplio del trabajo voluntario en las brigadas de construcción para construir hospitales, guarderías y escuelas que tanto se necesitaban, así como de contingentes de trabajo voluntario a tiempo completo para abordar proyectos más grandes como la construcción de carreteras, puentes y fábricas.
La rectificación jugó el papel clave de reforzar la capacidad del pueblo cubano para enfrentar los efectos devastadores del “Período Especial”. Para 1996, gracias al esfuerzo disciplinado, la contracción de la producción industrial y agrícola había tocado fondo. Pronto la escasez de alimentos y otros elementos esenciales, aunque todavía severa, comenzó a disminuir.
(Para más información sobre el proceso de rectificación ver también los discursos de Fidel Castro reunidos bajo el título: Proceso de Rectificación de Errores y Tendencias Negativas y en inglés “Cuba’s Rectification Process: Two Speeches by Fidel Castro” (El proceso de rectificación en Cuba: Dos discursos de Fidel Castro) en la revista New International no. 6.)
[4] El FBI atacó al Partido Socialista de los Pueblos Africanos el año pasado, llevando a cabo redadas de estilo militar en sus oficinas. Cuatro de los líderes del grupo fueron acusados el 18 de abril de cargos falsos de “sembrar discordia, difundir propaganda prorrusa e interferir en las elecciones de Estados Unidos”.
[5] Ver ‘Es nuestra revolución’: 5 millones de personas acuden al Primero de Mayo en Cuba, publicado por Panorama-Mundial el 5 de mayo de 2022.
[6] Los “Cinco” son revolucionarios cubanos acusados por el gobierno de Estados Unidos en 1998 de espionaje. Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González monitoreaban desde suelo estadounidense los planes de grupos derechistas con un largo historial de ataques armados contra Cuba. Pasaron de 13 a 16 años encarcelados en Estados Unidos.
[7] Ver también Agentes estadounidenses detienen a jóvenes al regresar de Cuba, publicado por Panorama-Mundial el 6 de mayo de 2023.
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Categories: Cuba/Solidaridad con Cuba